Entrevista a Magari Things
¿Cómo empezó Magari Things?
“Todo empezó como un juego”. Angelica es bailarina y Juan tenía un estudio de fotografía, Pelutsipelats, aunque ya desde pequeño le encantaba trabajar con las manos, hacía objetos de madera o joyería y la cerámica era algo que tenía pendiente. Así que, compramos una cuña de barro y empezamos a jugar, era como un proyecto juntos, una segunda actividad. Este fue el origen de Magari Things. Primero montaron un pequeño torno, compraron un horno de esmalte y luego, un horno grande de gas, que a día de hoy es el principal. Compramos un primer horno Después vino la pandemia y fuimos hasta Gandía donde vaciamos toda la tienda y compramos todo el gres de alta temperatura que les quedaba. Teníamos todo el tiempo del mundo y queríamos aprovecharlo. Y después de la pandemia empezamos a tener demanda.
Ahora ya nos dedicamos por completo a Magari, aunque Angelica sigue con la danza, con una asociación llamada Esmov
¿Qué significa Magari? ¿De dónde viene el nombre?
Magari en italiano significa “ojalá”, es una expresión que se utiliza mucho en Italia y al principio cuando empezamos era como un deseo de que saliera adelante, “ojalá salga bien”.
Dicen que modelar el barro, comer en platos hechos a mano o disfrutar de una pieza de artista nos une a la tierra y a nuestras raíces ¿Lo veis así vosotros? ¿Cuál es la filosofía de Magari Things?
Nuestra filosofía viene unida a la creatividad, a la necesidad de crear. La cerámica te da la posibilidad de dar vida a cualquier cosa que te plantees, la posibilidad de encontrar un bienestar en tu día a día. La cerámica es un aprendizaje continuo, te enseña la paciencia, la aceptación, el equivocarse. Es más fuerte la materia que el deseo personal de que vaya todo rápido. La frustración aparece porque al trabajar con horno de gas las piezas no siempre salen a la primera, y esto te permite aprender a forjar una paciencia infinita.
¿Por qué horno de gas y no eléctrico?
En un horno de eléctrico controlas más, es ideal para los pedidos que necesitan que salga un producto más uniforme, pero lo nuestro es crear, una cerámica creativa, y el fuego es una materia viva. Todo lo que forma nuestra cerámica son materias vivas, hasta los esmaltes extraídos a partir de minerales como el cobalto, el manganeso… creamos nuestros propios esmaltes, con más carácter, más profundos.
¿Qué tipo de cerámica realizáis?
Cerámica gres de alta temperatura y algo de porcelana, porque estamos orientados a la gastronomía y porque te permite crear piezas más auténticas y llenas de vida, realizadas con materia viva como el fuego. Se cuecen a 1280º de cocción y no llevan plomo. Es una cerámica más creativa. No sale nunca una pieza igual que otra, es la energía de las formas, un trabajo genuino donde menos es más. No las tocamos, no las arreglamos, cada pieza es única.
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Habéis dicho que os dirigís básicamente a la gastronomía, ¿Cómo fue esto? ¿Por qué este sector?
La experiencia de Juan como fotógrafo le hizo tener amistades con restaurantes, así los primeros platos que hicimos fue para Quique Dacosta, después le siguió Tula y así hasta hoy.
Aunque tenemos dos líneas de trabajo, una por placer, crear piezas nuestras para la tienda y la otra línea, por encargo, en la que hay clientes que tienen las ideas claras y otros te dejan más espacio para la creatividad.
¿En qué os inspiráis?
Un recurso que siempre vuelve es el tema del mar, tenemos una influencia fuerte del mar, de lo orgánico, las texturas, de sacar el potencial a la tierra. La transformación de los objetos cotidianos que tenemos en casa a objetos hechos a mano. Pensamos siempre en una base funcional, que podamos utilizar y otra basa estética, que aporta sencillez, espontaneidad, piezas no demasiado trabajadas, nos gusta más que hablen los esmaltes, porque al final estos son minerales, dejar que actúen y saquen su carácter, eso es lo que nos gusta y nos inspira.
¿Cómo es la creación de una pieza Magari? Y ¿Cuál es el momento más emocionante de esta creación.
Para crear estas obras empleamos 3 técnicas: el torno (para ensaladeras, botellas, vasijas), el modelado a mano y la colada. Esmaltar y hornear es el momento pánico. Abrir el horno es una sorpresa porque no sabes como va a salir.
Otra técnica que utilizamos en la cocción Raku, una cerámica decorativa con cocciones rápidas. Es apasionante ver en directo como se transforman las materias vivas, es muy orgánico, es una materia muy presente. Es una técnica de cocción en la que intervienen los 4 elementos.
Habéis dicho que Magari es un proyecto autodidacta, pero ¿Quién es vuestro maestro?
Manuel de la Cruz, arquitecto, artista, acuarelista y ceramista. Es nuestra fuente de inspiración, motivación porque después de 30 años sigue buscando e investigando. Nos ayuda por placer, es extremadamente sensible y con una capacidad creativa brutal. Él nos ayudó y nos guió con los esmaltes artesanales, una manera más sana de hacer los esmaltados sin plomo.
Al final el “ojalá salga bien” se cumplió y Magari Things ha decidido crecer y asentarse. Cuando crees en un proyecto y confías, esta confianza hace que funcione. Realizan experiencias de iniciación a la cerámica compartiendo sus conocimientos para que puedas probar y si te gusta adentrarte en este mundo. Y Angelica por su parte, sigue con Esmov, arte en movimiento, una asociación que pretende divulgar el movimiento como forma de arte y que propone diferentes encuentros de investigación para todo el mundo con proyectos al aire libre para recuperar espacios. Encontrar en el cuerpo y el movimiento una expresión, no hay juicio, no hay vergüenzas. Una danza muy auténtica que pasa una vez, es muy real, aquí y ahora.
Entrevista a Magari Things
¿Cómo empezó Magari Things?
“Todo empezó como un juego”. Angelica es bailarina y Juan tenía un estudio de fotografía, Pelutsipelats, aunque ya desde pequeño le encantaba trabajar con las manos, hacía objetos de madera o joyería y la cerámica era algo que tenía pendiente. Así que, compramos una cuña de barro y empezamos a jugar, era como un proyecto juntos, una segunda actividad. Este fue el origen de Magari Things. Primero montaron un pequeño torno, compraron un horno de esmalte y luego, un horno grande de gas, que a día de hoy es el principal. Compramos un primer horno Después vino la pandemia y fuimos hasta Gandía donde vaciamos toda la tienda y compramos todo el gres de alta temperatura que les quedaba. Teníamos todo el tiempo del mundo y queríamos aprovecharlo. Y después de la pandemia empezamos a tener demanda.
Ahora ya nos dedicamos por completo a Magari, aunque Angelica sigue con la danza, con una asociación llamada Esmov
¿Qué significa Magari? ¿De dónde viene el nombre?
Magari en italiano significa “ojalá”, es una expresión que se utiliza mucho en Italia y al principio cuando empezamos era como un deseo de que saliera adelante, “ojalá salga bien”.
Dicen que modelar el barro, comer en platos hechos a mano o disfrutar de una pieza de artista nos une a la tierra y a nuestras raíces ¿Lo veis así vosotros? ¿Cuál es la filosofía de Magari Things?
Nuestra filosofía viene unida a la creatividad, a la necesidad de crear. La cerámica te da la posibilidad de dar vida a cualquier cosa que te plantees, la posibilidad de encontrar un bienestar en tu día a día. La cerámica es un aprendizaje continuo, te enseña la paciencia, la aceptación, el equivocarse. Es más fuerte la materia que el deseo personal de que vaya todo rápido. La frustración aparece porque al trabajar con horno de gas las piezas no siempre salen a la primera, y esto te permite aprender a forjar una paciencia infinita.
¿Por qué horno de gas y no eléctrico?
En un horno de eléctrico controlas más, es ideal para los pedidos que necesitan que salga un producto más uniforme, pero lo nuestro es crear, una cerámica creativa, y el fuego es una materia viva. Todo lo que forma nuestra cerámica son materias vivas, hasta los esmaltes extraídos a partir de minerales como el cobalto, el manganeso… creamos nuestros propios esmaltes, con más carácter, más profundos.
¿Qué tipo de cerámica realizáis?
Cerámica gres de alta temperatura y algo de porcelana, porque estamos orientados a la gastronomía y porque te permite crear piezas más auténticas y llenas de vida, realizadas con materia viva como el fuego. Se cuecen a 1280º de cocción y no llevan plomo. Es una cerámica más creativa. No sale nunca una pieza igual que otra, es la energía de las formas, un trabajo genuino donde menos es más. No las tocamos, no las arreglamos, cada pieza es única.
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Habéis dicho que os dirigís básicamente a la gastronomía, ¿Cómo fue esto? ¿Por qué este sector?
La experiencia de Juan como fotógrafo le hizo tener amistades con restaurantes, así los primeros platos que hicimos fue para Quique Dacosta, después le siguió Tula y así hasta hoy.
Aunque tenemos dos líneas de trabajo, una por placer, crear piezas nuestras para la tienda y la otra línea, por encargo, en la que hay clientes que tienen las ideas claras y otros te dejan más espacio para la creatividad.
¿En qué os inspiráis?
Un recurso que siempre vuelve es el tema del mar, tenemos una influencia fuerte del mar, de lo orgánico, las texturas, de sacar el potencial a la tierra. La transformación de los objetos cotidianos que tenemos en casa a objetos hechos a mano. Pensamos siempre en una base funcional, que podamos utilizar y otra basa estética, que aporta sencillez, espontaneidad, piezas no demasiado trabajadas, nos gusta más que hablen los esmaltes, porque al final estos son minerales, dejar que actúen y saquen su carácter, eso es lo que nos gusta y nos inspira.
¿Cómo es la creación de una pieza Magari? Y ¿Cuál es el momento más emocionante de esta creación.
Para crear estas obras empleamos 3 técnicas: el torno (para ensaladeras, botellas, vasijas), el modelado a mano y la colada. Esmaltar y hornear es el momento pánico. Abrir el horno es una sorpresa porque no sabes como va a salir.
Otra técnica que utilizamos en la cocción Raku, una cerámica decorativa con cocciones rápidas. Es apasionante ver en directo como se transforman las materias vivas, es muy orgánico, es una materia muy presente. Es una técnica de cocción en la que intervienen los 4 elementos.
Habéis dicho que Magari es un proyecto autodidacta, pero ¿Quién es vuestro maestro?
Manuel de la Cruz, arquitecto, artista, acuarelista y ceramista. Es nuestra fuente de inspiración, motivación porque después de 30 años sigue buscando e investigando. Nos ayuda por placer, es extremadamente sensible y con una capacidad creativa brutal. Él nos ayudó y nos guió con los esmaltes artesanales, una manera más sana de hacer los esmaltados sin plomo.
Al final el “ojalá salga bien” se cumplió y Magari Things ha decidido crecer y asentarse. Cuando crees en un proyecto y confías, esta confianza hace que funcione. Realizan experiencias de iniciación a la cerámica compartiendo sus conocimientos para que puedas probar y si te gusta adentrarte en este mundo. Y Angelica por su parte, sigue con Esmov, arte en movimiento, una asociación que pretende divulgar el movimiento como forma de arte y que propone diferentes encuentros de investigación para todo el mundo con proyectos al aire libre para recuperar espacios. Encontrar en el cuerpo y el movimiento una expresión, no hay juicio, no hay vergüenzas. Una danza muy auténtica que pasa una vez, es muy real, aquí y ahora.