El otoño en la Marina Alta tiene un sabor muy especial. Con la llegada de las primeras lluvias y los días más frescos, la calabaza se convierte en protagonista de muchas cocinas de la comarca. Versátil, dulce y llena de tradición, este fruto se transforma en platos que reconfortan, que huelen a hogar y que nos conectan con nuestras raíces.
Hoy en la Revista d’Ací te traemos 4 recetas típicas con calabaza que no pueden faltar en esta época del año.
1. Buñuelos de calabaza (bunyols de carabassa)
Un clásico de nuestras fiestas y ferias, especialmente en los días de Todos los Santos.
Ingredientes:
500 gramos de calabaza asada
250 gramos de harina de trigo
20 gramos de azúcar
12 gramos de levadura fresca de panadero
Agua tibia para deshacer la levadura fresca
Aceite de girasol (para freír)
Azúcar para el toque final
Cómo se hacen: se cuece o asa la calabaza, se tritura y se mezcla con la harina, la levadura y un poco de agua hasta formar una masa ligera. Tras reposar, se fríen porciones en abundante aceite caliente hasta que queden dorados. Se sirven espolvoreados con azúcar. 👉 Tiernos y dulces: puro sabor de la terreta.
2. Arroz meloso de calabaza y costillas
Un plato de cuchara que calienta el cuerpo y el alma, muy habitual en pueblos de interior de la Marina Alta.
Ingredientes: costillas de cerdo, calabaza a dados, arroz, tomate, cebolla, caldo, aceite, azafrán o pimentón.
Cómo se hace: se sofríen las costillas y la calabaza junto con la cebolla y el tomate. Se añade el arroz, el caldo y las especias, y se deja cocer hasta que quede un punto meloso. 👉 Un arroz humilde, pero lleno de sabor y tradición.
3. Coca de carabassa
Las cocas son otro de los emblemas de nuestra gastronomía, y la de calabaza es perfecta como merienda o postre.
Ingredientes:
250 g Calabaza
3 u Huevos L
140 g Azúcar
100 ml Aceite de oliva virgen extra
250 g Harina
2 sobres Gasificante (dos blancos y dos azules)
1 pizca Canela molida
Chocolate (opcional)
Cómo se hace: se mezcla la calabaza asada con el resto de ingredientes hasta formar una masa cremosa. Se hornea hasta que quede esponjosa y ligeramente dorada. 👉 Acompañada de un café calentito o un vaso de mistela, es un bocado que sabe a casa.
4. Crema de calabaza
Ligera, nutritiva y muy reconfortante. La crema de calabaza se prepara con calabaza, cebolla, puerro, zanahoria y un chorrito de aceite de oliva. Se puede aromatizar con un toque de jengibre o nuez moscada y servir con picatostes o semillas de calabaza. Una receta sencilla pero cargada de tradición, perfecta para las noches frescas de otoño.
🎃 La calabaza, tradición y producto d’ací
Además de ser deliciosa, la calabaza es símbolo de la cocina mediterránea más humilde y auténtica. En la Marina Alta, sigue estando muy presente en mercados, hornos y cocinas familiares, recordándonos que la mejor gastronomía nace siempre de lo sencillo y de lo cercano.
Este otoño, atrévete a preparar estas recetas y a recuperar sabores de toda la vida. Porque cada plato con calabaza es también un pedacito de nuestra historia.
El final del verano y el inicio del otoño nos regalan uno de los frutos más esperados de la huerta mediterránea: los higos. En la Marina Alta, donde la tierra y el clima se alían para dar productos de gran calidad, los higos —o bacores, como decimos aquí— ocupan un lugar muy especial. Son dulces, jugosos y efímeros, lo que los convierte en un auténtico tesoro de temporada.
La Comunitat Valenciana ha cultivado higueras desde tiempos antiguos, y todavía hoy muchas casas de campo conservan ese árbol que da sombra en verano y frutos que saben a infancia y tradición. Además, son muy versátiles en la cocina: se pueden disfrutar frescos, secos o en recetas que combinan lo dulce con lo salado.
Aquí tienes 5 recetas para disfrutarlos este año:
1. Tostada con queso fresco, frutos secos y miel
El contraste del queso suave con la dulzura del higo, el crujiente de los frutos secos y el toque de miel hacen de esta tostada un desayuno o merienda irresistible además de saludable.
2. Ensaladas con higos
Un ejemplo de ensalada perfecta puede ser añadir higos partidos en cuartos a una ensalada de hojas verdes, queso de cabra, jamón serrano y frutos secos para aportar frescura, color y un sabor muy mediterráneo a tu plato.
3. Con yogur o avena
Un desayuno saludable y rápido: higos troceados sobre yogur natural y granola. Una manera sencilla de empezar el día con energía y sabor local.
También puedes añadirlos a tu bol de porridge de avena. Esto aprotará el toque dulce que puedes acompañar también con nueces y miel.
Un chute de fibras saludables y que te cargarán las pilas durante todo el día.
4. Mermelada de higos
Con higos maduros, azúcar y un poco de agua, se consigue una mermelada casera perfecta para desayunos o para acompañar quesos y carnes.
Higos: 500 g
Agua: 150 ml
Azúcar: 200 g
Limpiaremos los higos, los pondremos a hervir con el agua y pasados unos 15 minutos, añadiremos el azúcar e iremos removiendo hasta conseguir consistencia durante 15 minutos más.
5. Higos con queso azul y miel
Unentrante sencillo pero sorprendente, perfecto para compartir en una cena con amigos. Solo necesitas abrir los higos por la mitad, colocar un trocito de queso azul en el centro y añadir un hilo de miel por encima y llevarlo al horno o airfryer durante unos minutos.
El contraste entre lo dulce del higo y la miel, con el toque potente y salado del queso, crea una tapa de esas que conquistan al primer bocado.
Los higos son más que un fruto de temporada: son una parte de nuestra identidad gastronómica, un recuerdo de la tradición agrícola y un ejemplo de cómo la Marina Alta sabe sacar lo mejor de su tierra. ¿Cuál es tu plato favorito con esta exquisita fruta?
Hay recetas que no necesitan presentación. Ni fuegos, ni prisas. Solo producto bueno, d’ací. De temporada. De verdad.
El verano en la Costa Blanca sabe a mar y a siesta, a brisa en la piel y a tierra seca cargada de dulzura. Y si hay un bocado que resume todo eso en una sola mordida, es este: pan, aceite, sal… y bacora.
La bacora —como llamamos en la terreta al higo morado— es uno de esos frutos que solo duran lo justo, y tal vez por eso se esperan con tanto deseo. Su carne dulce, casi melosa, contrasta de maravilla con un buen pan de la panadería del pueblo, un chorrito de aceite virgen extra y un pellizco de sal marina. Y ya está. Nada más. Ni nada menos.
No hay cocina con estrella que supere este ritual de pueblo: cortar la bacora, abrirla con los dedos, aplastarla un poco sobre el pan aún tibio y dejar que el aceite se mezcle con ese jugo violeta que anuncia que el verano entra en su recta final.
Es un desayuno. Es una merienda. Es una cena ligera después de una tarde de calor. Es una forma de volver a lo sencillo y rendirse al producto de kilómetro cero, al sabor de lo que nunca falla.
En tiempos de cocinas sofisticadas, recuperar estas recetas humildes es también un acto de memoria. Porque no solo alimentan el cuerpo: alimentan el alma, evocan tardes en la terraza con la abuela, veranos eternos sin reloj y meriendas con los pies descalzos.
Este verano, antes de que se acaben les bacores… haz la prueba. Busca higos del terreno, un pan de verdad, aceite bueno y sal en escamas. Y entonces lo sabrás: no hay receta más nuestra y más veraniega que esta.
Si hay un sabor que define el verano en la Marina Alta, es el del tomate maduro, jugoso y lleno de sol.🍅 Tomates del terreno y 3 recetas para saborear el verano. Porque aquí, en nuestra terreta, los tomates no saben igual: saben a campo, a tradición, a huerta cuidada con mimo y a ese Mediterráneo que lo hace todo más sabroso.
Y es que cuando el producto es bueno, no hace falta complicarse. Hoy te traemos 3 recetas fáciles, frescas y deliciosas para aprovechar esta fruta estrella de la temporada y disfrutar de los tomates d’ací como se merecen.
🥗 Ensalada fresca con canónigos, rúcula, tomate, queso feta y piñones
Una ensalada colorida, ligera y con un toque mediterráneo ideal para almuerzos o cenas de verano.
Ingredientes: – Tomates maduros cortados en gajos o cubos – Mezcla de canónigos y rúcula – Queso feta desmenuzado – Piñones (puedes tostar ligeramente) o nueces picadas – Aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre balsámico
Tip d’ací: Añade unas hojas de albahaca fresca y una pizca de sal en escamas para darle un plus de sabor.
🍅 Gazpacho o salmorejo con tomate del terreno
No hay verano sin gazpacho o su versión más cremosa, el salmorejo. Todo gira alrededor de unos tomates de verdad, bien rojos y llenos de sabor.
Ingredientes (básicos para ambas recetas):
– Tomates maduros – Pan duro (para el salmorejo) – Pimiento verde, pepino, ajo – Aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal
– Añade pimiento y pepino para el gazpacho.
Tritura todo bien, enfría y acompaña con huevo duro y jamón (en el caso del salmorejo) o con cubitos de verdura para el gazpacho. Sencillo, nutritivo y espectacularmente sabroso.
🐟 Tomate con anchoas y buen aceite de oliva
Un clásico de toda la vida que no necesita presentación. Si tienes buenos tomates y unas buenas anchoas, el plato se hace solo.
Ingredientes:
– Tomates bien maduros, cortados en rodajas – Anchoas en conserva de calidad – Aceite de oliva virgen extra – (Opcional) Acompaña con aceitunas negras y una pizca de orégano
Ideal como entrante, tapa o cena ligera. ¡Menos es más cuando el tomate es bueno!
¿Dónde comprar los mejores tomates?
La clave está en apostar por producto local y de temporada. Por suerte, en la Marina Alta tenemos mercados y mercadillos donde puedes encontrar tomates recién recogidos, cultivados en pequeñas huertas y cargados de sabor.
🔸 Mercat del Riurau (Jesús Pobre, domingos): Un clásico imprescindible para encontrar frutas y verduras de proximidad, además de productos artesanos. 🔸 Rastro de Pedreguer y Rastro de El Verger los domingos: Ideales para comprar fruta fresca directamente de pequeños agricultores. 🔸 Mercadillos semanales en pueblos como Xàbia, Gata, Dénia o Benissa, donde el producto de temporada es el protagonista.
🌿 Comer bien, vivir mejor y hacerlo con lo que nos da la tierra. Esa es la auténtica vida d’ací. Este verano, llena tu mesa de tomates del terreno y saborea la huerta mediterránea en su mejor momento.
Los pasteles de boniato, o “pastissets de moniato,” son un clásico de la repostería valenciana, especialmente en la Marina Alta en Navidad. Su combinación de masa crujiente y el relleno dulce y suave de boniato hace de este dulce una auténtica delicia.
Ingredientes para el relleno del boniato:
500 g de boniato
200 g de azúcar
Ralladura de limón
1 cucharadita de canela en polvo
Ingredientes:
500 g de harina de trigo
200 ml de aceite de oliva
100ml de anís
100ml de vino moscatel
Azúcar para espolvorear
Preparación
1. Relleno de boniato:
– Cuece los boniatos hasta que estén tiernos. Pela y tritura hasta obtener un puré suave.
– Añade el azúcar, la ralladura de limón y la canela, y mezcla hasta integrar bien. Reserva el relleno.
2. Masa:
– Calienta el aceite en una sartén hasta que esté caliente pero sin llegar a humear.
– Añade el anís y el moscatel, removiendo para que se mezclen bien.
– En un bol grande, coloca la harina y vierte la mezcla de aceite y anís. Amasa hasta obtener una masa homogénea.
3. Montaje:
– Extiende la masa sobre una superficie enharinada y corta círculos pequeños.
– Coloca una cucharadita de relleno de boniato en el centro de cada círculo, dóblalos y presiona los bordes para cerrarlos bien.
– Hornea a 180ºC durante 20-25 minutos, hasta que los pasteles estén dorados.
4. Toque final:
– Una vez fríos, espolvorea con azúcar y disfruta de estos tradicionales pasteles de boniato.
Ya lo tienes todo listo para disfrutar de un verdado manjar de la Marina Alta. Cada bocado te transportará a un paraíso del sabor. Este Navidad prueba el mejor sabor.
El puchero de Navidad es mucho más que un plato, es el alma de muchas mesas familiares durante las fiestas. Su elaboración lenta y cuidadosa reúne los mejores ingredientes para crear un caldo lleno de sabor, acompañado de carnes tiernas y verduras perfectamente cocidas. Es el plato perfecto para disfrutar en los días más fríos, rodeados de seres queridos. Si quieres preparar una versión tradicional y deliciosa, aquí tienes la receta paso a paso.
Ingredientes (para 6 personas)
500 g de boniato
1/2 kg de carne de ternera (jarrete o morcillo)
1/4 kg de carne de cerdo (tocino o costilla)
1/2 gallina o pollo
1 hueso de jamón
1 trozo de tocino fresco
2 zanahorias
2 puerros
1 nabo
1 chirivía
1 patata grande
Sal al gusto
Fideos finos (para la sopa, opcional)
Elaboración:
Cuece los garbanzos:
En una olla grande con agua fría, añade los garbanzos previamente remojados y ponlos a cocer a fuego medio.
Añade las carnes:
Incorpora la ternera, el cerdo, la gallina, el hueso de jamón y el tocino.
Deja que hierva y retira la espuma que se forma en la superficie para un caldo más limpio.
Añade las verduras:
Pela y corta las zanahorias, puerros, nabo, chirivía y patata en trozos grandes. Añádelos a la olla.
Cocina todo a fuego lento durante 2-3 horas, removiendo ocasionalmente y rectificando la sal.
Prepara la sopa:
Saca el caldo y, si deseas, añade fideos finos. Cocina según el tiempo indicado en el paquete.
Sirve:
Presenta el caldo como primer plato.
Sirve las carnes y las verduras en una bandeja aparte para que cada comensal elija lo que prefiera.
El puchero de Navidad no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma. Su caldo reconfortante y su generosidad de ingredientes simbolizan la abundancia y la unión familiar tan propias de estas fechas. Disfrutar de un buen puchero es una forma de rendir homenaje a nuestras tradiciones culinarias y de reunir a la familia alrededor de una mesa cargada de amor y sabor. Prepáralo esta Navidad y deja que su aroma impregne tu hogar, creando momentos únicos e inolvidables.