5 recetas con higos para endulzar tus platos

5 recetas con higos para endulzar tus platos

El final del verano y el inicio del otoño nos regalan uno de los frutos más esperados de la huerta mediterránea: los higos. En la Marina Alta, donde la tierra y el clima se alían para dar productos de gran calidad, los higos —o bacores, como decimos aquí— ocupan un lugar muy especial. Son dulces, jugosos y efímeros, lo que los convierte en un auténtico tesoro de temporada.

La Comunitat Valenciana ha cultivado higueras desde tiempos antiguos, y todavía hoy muchas casas de campo conservan ese árbol que da sombra en verano y frutos que saben a infancia y tradición. Además, son muy versátiles en la cocina: se pueden disfrutar frescos, secos o en recetas que combinan lo dulce con lo salado.

Aquí tienes 5 recetas para disfrutarlos este año:

1. Tostada con queso fresco, frutos secos y miel

El contraste del queso suave con la dulzura del higo, el crujiente de los frutos secos y el toque de miel hacen de esta tostada un desayuno o merienda irresistible además de saludable.

2. Ensaladas con higos

Un ejemplo de ensalada perfecta puede ser añadir higos partidos en cuartos a una ensalada de hojas verdes, queso de cabra, jamón serrano y frutos secos para aportar frescura, color y un sabor muy mediterráneo a tu plato.

3. Con yogur o avena

Un desayuno saludable y rápido: higos troceados sobre yogur natural y granola. Una manera sencilla de empezar el día con energía y sabor local.

También puedes añadirlos a tu bol de porridge de avena. Esto aprotará el toque dulce que puedes acompañar también con nueces y miel.

Un chute de fibras saludables y que te cargarán las pilas durante todo el día.

4. Mermelada de higos

Con higos maduros, azúcar y un poco de agua, se consigue una mermelada casera perfecta para desayunos o para acompañar quesos y carnes.

  • Higos: 500 g
  • Agua: 150 ml
  • Azúcar: 200 g

Limpiaremos los higos, los pondremos a hervir con el agua y pasados unos 15 minutos, añadiremos el azúcar e iremos removiendo hasta conseguir consistencia durante 15 minutos más.

5. Higos con queso azul y miel

Un entrante sencillo pero sorprendente, perfecto para compartir en una cena con amigos. Solo necesitas abrir los higos por la mitad, colocar un trocito de queso azul en el centro y añadir un hilo de miel por encima y llevarlo al horno o airfryer durante unos minutos.

El contraste entre lo dulce del higo y la miel, con el toque potente y salado del queso, crea una tapa de esas que conquistan al primer bocado.

Los higos son más que un fruto de temporada: son una parte de nuestra identidad gastronómica, un recuerdo de la tradición agrícola y un ejemplo de cómo la Marina Alta sabe sacar lo mejor de su tierra. ¿Cuál es tu plato favorito con esta exquisita fruta?

Verano en una rebanada: pan, aceite, sal y bacora

Verano en una rebanada: pan, aceite, sal y bacora

Hay recetas que no necesitan presentación. Ni fuegos, ni prisas. Solo producto bueno, d’ací. De temporada. De verdad.

El verano en la Costa Blanca sabe a mar y a siesta, a brisa en la piel y a tierra seca cargada de dulzura. Y si hay un bocado que resume todo eso en una sola mordida, es este: pan, aceite, sal… y bacora.

La bacora —como llamamos en la terreta al higo morado— es uno de esos frutos que solo duran lo justo, y tal vez por eso se esperan con tanto deseo. Su carne dulce, casi melosa, contrasta de maravilla con un buen pan de la panadería del pueblo, un chorrito de aceite virgen extra y un pellizco de sal marina. Y ya está. Nada más. Ni nada menos.

No hay cocina con estrella que supere este ritual de pueblo: cortar la bacora, abrirla con los dedos, aplastarla un poco sobre el pan aún tibio y dejar que el aceite se mezcle con ese jugo violeta que anuncia que el verano entra en su recta final.

Es un desayuno. Es una merienda. Es una cena ligera después de una tarde de calor. Es una forma de volver a lo sencillo y rendirse al producto de kilómetro cero, al sabor de lo que nunca falla.

En tiempos de cocinas sofisticadas, recuperar estas recetas humildes es también un acto de memoria. Porque no solo alimentan el cuerpo: alimentan el alma, evocan tardes en la terraza con la abuela, veranos eternos sin reloj y meriendas con los pies descalzos.

Este verano, antes de que se acaben les bacores… haz la prueba. Busca higos del terreno, un pan de verdad, aceite bueno y sal en escamas. Y entonces lo sabrás: no hay receta más nuestra y más veraniega que esta.

No te pierdas todas las recetas que tenemos en el blog, ¡para chuparse los dedos!