Entrevista María Monllor

Entrevista María Monllor

Entrevista a María Monllor

 

¿Quién es María Monllor?

Soy una Alicantina de 28 años, publicista y experta en protocolo. Me apasiona el mundo de las bodas, y sobretodo la organización y decoración de eventos.

Me considero una persona fuerte y enamorada de mi trabajo, ya que para alcanzar tus sueños debes de serlo además de constante, no ha sido fácil emprender y llegar a tener un hueco en este gran “mundillo”.

Una de las cosas por las que creo que conecto de forma especial con mis clientes, es por el cariño con el que desarrollo mi trabajo.

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¿Cuándo y por qué comenzaste a trabajar como wedding planner?

Al terminar el grado de Publicidad y Relaciones Públicas, llegué a la conclusión de que lo que realmente me llenaba era la organización de eventos. Continue especializándome en ello, trabajando como becaria en empresas de organización de eventos y bodas hasta finalmente crear la mía propia.

¿Qué palabras dirías que definen tu trabajo como organizadora de bodas?

Cariño, esfuerzo, pasión y compromiso.

¿Cómo es el día a día de una wedding planner?

Otra cosa que me gusta de mi trabajo es que ningún día es igual, es imposible aburrirse en la monotonía. Dependiendo de la época del año el tipo de trabajo varía, por ejemplo en temporada baja hay mucho más trabajo de tipo administrativo, contratos, reuniones con parejas,  primeras visitas a lugares…En temporada alta, es época de bodas y todos mis días se centran en el montaje y coordinación. Es una locura, pero muy gratificante.

Cuándo organizas una boda. ¿Por dónde empiezas? ¿Qué es lo más importante para ti?

Lo más importante es conocer a la pareja y su historia, es un momento muy especial para mi porque debo captar su esencia desde el principio para que la boda transmita todo lo que ellos son.

Desde tu experiencia profesional, ¿Cuáles son las claves para que una boda salga bien y sea una experiencia bonita y memorable?

Para mi, depende de dos factores: por un lado, un buen equipo de trabajo, profesional y con capacidad para solventar cualquier problema. Y por otro lado, la pareja debe disfrutar, no preocuparse de nada y solo dejarse llevar por el ambiente y su gente.

¿Qué hace que una boda sea única y especial?

Sin duda los novios, ellos son el epicentro de la boda. Los invitados recibirán todo lo que ellos transmitan con su actitud. Es evidente que detrás debe haber un buen trabajo, pero lo que hace que recuerdes la boda para siempre será la esencia de la pareja.

¿Cuál fue el evento más complejo que has tenido que organizar y por qué?

He organizado grandes eventos, de carácter nacional, incluso con artistas. Sin embargo, lo más complejo es cuando algo se escapa de tu control como por ejemplo la lluvia, en ocasiones organizamos bodas en la playa en las que llueve de repente, y se convierte en un caos. Aunque siempre sacamos adelante la boda.

¿Y el que recuerdas con mayor satisfacción y por qué?

En la mayoría de bodas siento una gran satisfacción al terminar, por que veo a los novios y a los invitados felices disfrutando de cada detalle y sin duda eso es un enorme regalo para mi y mi equipo.

¿Qué servicios ofrece una wedding planner?

En mi caso, ofrecemos la organización integral de la boda elegimos  junto los novios el lugar y los demás proveedores, creamos un diseño personalizado y coordinamos el día de la boda.

¿Qué diferencia una boda de María Monllor del resto?

Supongo que al igual que cada pareja es única, cada wedding planner también. Mi forma de trabajar se basa en hacer realidad lo que los novios quieren, darle forma a su historia, para ello el trato es muy personalizado, intento conectar siempre con la pareja para crear un ambiente de trabajo ameno y creativo.

TULA, EL RESTAURANTE DE JÁVEA DEL QUE TODOS HABLAN

TULA, EL RESTAURANTE DE JÁVEA DEL QUE TODOS HABLAN

Tula, el restaurante de Jávea del que todos hablan

 

En la conocida playa de El Arenal, en Jávea, se encuentra el restaurante Tula, una muestra gastronómica realmente interesante y llamativa en la zona. Tula es un restaurante de comida casera contemporánea inspirada por el entorno, enriquecida en matices. Una cocina sabrosa y muy bien ejecutada, con platos diferentes que se salen de lo típico de la zona.

Nos entrevistamos con Clara Puig para que nos cuente más sobre este pequeño restaurante que a finales del año pasado consiguió su primera estrella Michelín.

¿Qué es Tula? ¿Cómo lo definirías?

Tula es un restaurante pequeño de 60 m2 que abrió sus puertas en el 2016 con cocina de temporada y que cada vez más intentamos que sea de mucha proximidad. El objetivo de Tula es antetodo dar de comer, y dar de comer bien y que el cliente se sienta como en casa, esa es la idea, como si estuviese en el salón de su casa. Nos gusta llamarlo un pequeño bistro mediterráneo.

¿Qué hacen dos chefs con estrella Michelín durante casi dos meses de confinamiento? ¿Para qué os ha servido?

Bueno a raíz de otorgarnos la estrella Michelín ha sido una vorágine brutal desde entonces, llenazo total. Así que con las vacaciones y estos dos meses de confinamiento nos han servido para descansar. Durante el año no podemos estar en casa y hemos tenido tiempo para eso, disfrutar de la casa. No nos hemos cansado de estar juntos, porque aunque trabajemos juntos, no tienes tiempo para nada más y hemos aprovechado para mantener la calma, para ser optimistas. Creo que todos pensábamos que esto era para unos quince días, que no esperábamos llegar hasta hoy en esta situación. Así que hemos ejercitado la paciencia, el optimismo y hemos estudiado los diversos escenarios que se podrían dar después que todo esto pasase. Pero sobretodo, mantener la calma, encontrar el equilibrio y desarrollar la paz interior.

Aquí ya hemos pasado a la fase 1, ¿habéis vuelto a abrir las puertas al público?

En un principio nos planteamos desarrollar una parte de delivery si el verano se veía perdido y la situación se alargaba. Pero al ver que ya entrábamos en las fases de desescalada, lo descartamos, ya que no era algo que queríamos continuar. Nos hemos planteado abrir de nuevo el 3 de junio que ya hará una semana que habremos entrado en la fase 2 y los restaurantes ya pueden abrir el interior.

¿Platos nuevos en la carta?

Cambiamos la carta dos veces al año y el cambio del verano lo solemos hacer en estas fechas, pero con la situación que estamos viviendo que no sabes de que ingredientes podrás abastecerte, hemos decidido abrir con la carta que tenemos y durante el mes de junio iremos cambiando la carta gradualmente. Eso sí tendremos muchos “fuera de carta” porque todos tenemos ganas de salir y comer bien, así que queremos que en esta reapertura la gente sienta que viene a Tula y queda con un sabor de boca sorprendente, sienta que ha valido la pena salir a comer fuera!

¿Quién cocina en casa?

En casa cocina siempre Borja, yo como estoy más en sala y me dedico a eso, en casa hacemos igual y yo estoy encantada.

¿Cómo es una cena en casa? ¿Qué soléis comer?

Durante este período de confinamiento hemos comido muy bien, nos hemos cuidado mucho. Hemos sido muy austero, porque era una temporada de vacas flacas, y ha sido un reto. Borja se las ha ingeniado para aprovechar todo, ha sido una cocina de aprovechamiento super gustosa. Nos gusta cocinar y comer variado pero todo casero, si nos hacemos una pizza, nosotros hacemos la masa y escogemos los ingredientes muy ricos, una hamburguesa, nosotros hacemos el pan, la hamburguesa… Hemos usado mucho la parrilla, para hacer verduritas a la plancha y otro tipos de comida.

 

¿Lo más raro que hayas probado nunca?

Los chapulines colorados que son como unos saltamontes pequeñitos y es una cosa típica de México. No es una cosa para volver a probar.

Tu comida preferida

Pues lo primero que me ha venido a la cabeza han sido las mollejas porque hace tiempo que no como y me comería unas. Estoy en una fase que me gusta mucho la casquería, pero en realidad no podría decirte una comida preferida porque a mí lo que me gusta realmente es comer y comer bien.

¿Te has emocionado alguna vez al probar un plato?

Uno de los platos que más me ha emocionado fue cuando pinchaba a Borja para encontrar la esencia de un plato de ñoquis con burro e salvia que probamos en París. Esos ñoquis eran de otro planeta.

¿Qué feedback esperáis del cliente, qué sentimientos esperáis provocar en los comensales?

Bueno como he dicho antes el objetivo es que el cliente se sienta como en casa y disfrute de la comida. Y en este momento, sobretodo el objetivo es garantizar la total tranquilidad para todos los clientes.

Aprendistéis con Quique Dacosta y Marcos Moran de Casa Gerardo, ¿con qué os quedáis de su cocina? ¿ y qué hace vuestra cocina diferente?

Borja estaba trabajando en el estudio creativo de Quique. Borja aprendió a desarrollar esa creatividad que ya tenía pero ha aprendido los recursos para desarrollarla. Con Quique se aprende técnica y muchísima rectitud, a ser muy organizado, muy limpio y exigente. Es una escuela perfecta para sentirse preparado para lo que vendrá después.

En Casa Gerardo, una parte muy importante también es la disciplina, pero nosotros buscábamos algo opuesto a  Quique Dacosta, una cocina tradicional, basada en la sencillez, en el respetar los tiempos, con más tranquilidad, mucho menos visual que la de Quique pero con una explosión de sabor y exquisito en boca.

Nos hemos nutrido por un lado de la técnica y por otro de la tradición y hemos llevado a Tula esta esencia. Somos defensores de la cocina tradicional revisada. Nuestra creatividad se basa en coger el recetario popular para darle una vuelta y mejorarlo.

Sois el tercer restaurante de Jávea con estrella Michelín, ¿cómo se siente una cuando tiene una estrella en su poder? ¿cambia algo en la forma de trabajar, en la cocina, en la forma de ser…?

Lo primero cuando recibes la invitación que no sabes qué va a pasar es un encuentro de emociones pánico, ilusión, una mezcla de todo. Las 48h posteriores, yo no había vivido nunca algo así. Entrevistas, llamadas de teléfono… Borja y yo nos mirábamos de vez en cuando y nos preguntábamos “¿tú con quién estás hablando ahora?”. Fueron 48 horas maravillosas pero agotadoras, queríamos volver al restaurante y ponernos en marcha otra vez, ponernos a cocinar. Durante estos tres meses desde volver de vacaciones no nos ha cambiado nada, el restaurante no ha cambiado, los precios no han subido, somos iguales. Todas las mejoras que hemos ido haciendo en el tiempo tienen un por qué y esto no nos ha cambiado y los clientes lo corroboran, y eso es lo más importante para nosotros.

Para terminar, una canción con la que podríamos disfrutar si cabe todavía más en el restaurante Tula y que lo identifique

Soy una melómana impedernida, así que me viene a la mente una canción que me gusta mucha y me parece ideal para la situación que estamos viviendo actualemente, con la ilusión de aparcar la prudencia, una canción de esperanza: “Here comes the sun”, de Los Beatles, pero la versión interpretada por Nina Simone, que me encanta!

ANDREU VALOR, UN CANTO A LA HUMANIDAD

ANDREU VALOR, UN CANTO A LA HUMANIDAD

Andreu Valor, un canto a la humanidad

 

Andreu Valor, natural de Cocentaina, es un cantautor y uno de los músicos valencianos más potentes en la actualidad. La revista  d’ací online habla con él para que nos cuente como está viviendo este confinamiento y su percepción de esta realidad que nos ha tocado vivir, además de contarnos lo que está haciendo en estos momentos y hablarnos de su último trabajo INSURRECTE. Ha hecho 14 conciertos en streaming, videoclips y una canción con una sociedad musical de 70 personas cada uno desde su casa..

¿ Cómo estás viviendo este confinamiento Andreu?

Un poco afectado por las circunstancias puesto que cambia radicalmente tu vida. Profesionalmente un poco triste porque hemos estado trabajando durante 2 años en un nuevo proyecto y dos semanas antes del estado de alarma presentamos el disco, INSURRECTE, y tienes una inversión hecha de tiempo, económica, de gente, puesto que hemos hecho la inversión más grande de trabajo que habíamos hecho hasta ahora en un proyecto y ahora nos vemos que no sabemos hacia donde ir. A nivel personal nos encontramos en una situación en la que es imposible no empatizar.

¿Crees que habremos aprendido algo después de este confinamiento o piensas que después de un tiempo nos olvidaremos y volveremos a actuar como antes?
La única aspiración de evolución que habrá es individual. Pensar en el colectivo de que vayamos a cambiar no me lo creo, hemos vivido tantas guerras, tantas miserias y continuamos en la misma conducta egoísta de no empatizar. En esta realidad somos personas hipersolidarias y después yo no sé que nos pasa que salimos a la calle y ya no tenemos ese tipo de empatía y sensibilidad por la gente. Me gustaría equivocarme. Si que es cierto que nos hará ver la vida desde otra perspectiva, y como aquellas cosas que nuestros yayos pasaban, nosotros tendremos este ejemplo para hablar de las cosas importantes de la vida, creo que cuajará y espero que en mí lo haga.

He visto que has creado un tema nuevo a raíz de esta situación, “Todo pasará”, ¿te ha servido esta paralización para crear música nueva?

Estamos en el día 32 de confinamiento y llevo 32 días sin dejar de intentar que la música y la creatividad me ayuden. Esta semana necesito respirar, es cierto, he ido avanzando otras cosas que tenía atrasadas, otras que nunca tienes tiempo de hacer, poner un poco en orden mi trabajo. He hecho conciertos en streaming y he hecho esta canción con el deseo de enviar un mensaje de ánimo a la gente, aunque fue durante la primera semana, y ahora posiblemente lo tenga que escuchar yo para que me dé esperanza a mí también.

Hablando de los conciertos en streaming, has iniciado un ciclo #coronaviruslivemusic de conciertos en streaming ¿Qué te ha movido a hacerlo?

Me lo planteé para obligarme a renovar de alguna manera. Cada concierto lo quería hacer diferente y he hecho conciertos de poemas musicales, otros de canciones propias, otros sale un festival de Formentera, un concierto de integración de versiones diferentes adaptadas… considero que en esta situación si podemos aportar algo a nivel creativo o como músico y si aporta emoción, distracción y un poco de reflexión pues merece la pena y muchísima gente se conecta cuando hacemos los conciertos y comenta en las redes lo que ha sentido o lo que le ha parecido y con solo que te digan que durante un par de horas han estado desvinculados de esta realidad hace que tenga sentido. Considero que hay alimentos para el cuerpo, para la mente y para el alma y con esta situación la gente está descubriendo como estarían pasando esta etapa si no fuera por las personas que altruistamente y con el deseo de hacer un poco más feliz a los demás hacemos esta inversión de tiempo y esfuerzo. Estas profesiones no son tangibles pero si que están llenándonos mucho. Al menos una de las cosas positivas que podamos sacar sea que la gente valore más estas profesiones.

Tu música tiene un trasfondo de respeto y compromiso social, ¿en qué te inspiras para crearla?

Sí que lo tiene y me alegro que lo hayas visto porque para mí es importante. Me inspiro un poco en la vida. Hay momentos que estás tranquilo y estás enamorado y necesitas hablar de amor, cuando estás cabreado intentas hacer alguna crítica constructiva. Mis canciones nacen de un ambiente muy individual y personal, lo que pasa es que la música evoca un colectivo que después cuando la escuchan puede verse identificado o no y nunca quiero dar una lección a nadie, es una manera de sacar de dentro de mí lo que acabo sintiendo. Intento buscar un equilibrio que dignifique a la sociedad y que ninguna persona se pueda ver ofendida cuando defiendo algún mensaje o cuando estoy criticando alguna postura que considero que es injusta. Ciertas canciones nacen con la intención de hacernos reflexionar.

Para acabar, ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a la gente, algo que a ti te ha funcionado para mejorar el estado de ánimo y sacar algo en positivo de esta etapa?

No soy una persona experta en estas cosas pero creo que una de las cosas más importantes es mantener la actividad en el aspecto de horarios que hacen que el día pase más deprisa. La psicología individual nos afecta mucho en el estado de ánimo. Imagina en qué situación estamos: confinados desde hace un mes, sin posibilidad de trabajar, de ver a tu gente, sin libertad de salir a la calle, todo tiene espíritu negativo, no estamos preparados para estas cosas. Hacer ejercicio, leer un libro, escuchar música, jugar a juegos de mesa con tu gente… recuperar ese factor humano que habíamos olvidado porque la rutina diaria es muy agresiva a nivel laboral. Deseo que sea lo más ligero posible y que podamos sacar un jugo importante como seres humanos y si cuando acabamos este confinamiento salimos de casa con otra sensación de construir una sociedad mucho más humana y solidaria igual ha merecido la pena. Uno de los ámbitos que más me ha preocupado es la contaminación natural y ver los canales de Venecia llenos de agua limpia, el agujero de la capa de ozono se vuelve a cerrar, animales campeando por las playas, es decir, vida hay y siempre somos nosotros quienes acabamos acotándola. Posiblemente una de las reflexiones sea comportarnos mejor como seres vivos

UNA CASA ENERGÉTICAMENTE EFICIENTE

UNA CASA ENERGÉTICAMENTE EFICIENTE

Una casa energéticamente eficiente

 

La construcción de una vivienda es un proyecto que siempre supone un reto para el promotor. Junto con los requerimientos administrativos, en el camino van a surgir mil y una variables con las que hay que lidiar, oficios que hay que coordinar e imprevistos que valorar. Si, además, queremos llevar la construcción más allá y buscamos construir una casa energéticamente eficiente, que minimice el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración, puede parecer que el reto se hace más grande. Pero merece la pena si tenemos en cuenta el ahorro energético que a muy corto plazo vamos a conseguir. De hecho, no es complicado amortizar el extra de inversión que puede suponer la construcción de una casa pasiva o Passivhaus.

El término, acuñado en Alemania en los años 90, hace referencia a las construcciones que combinan un diseño bioclimático con una alta eficiencia energética. Por un lado, el diseño bioclimático va a realizar un buen estudio del clima, de la orientación, de la captación de radiación solar en invierno y protección de la luz en verano, etc. Se busca un alto aislamiento térmico, por lo que se optimizan el aislamiento de la vivienda y se eliminan los posibles puentes térmicos, que suponen una elevada pérdida de calor, y se sellan todas las uniones entre los diferentes materiales de la casa. La correcta elección de las ventanas tiene mucho que decir en este punto. Además, una casa pasiva incorpora la recuperación de calor a través de la ventilación mecánica y sobre todo un gran nivel de confort gracias a la calidad del aire.

Certificar un edificio como Passivhaus, según los estándares y las pruebas técnicas que exige el Passivhaus Institut de Alemania es el último paso para acreditar las garantías de este tipo de construcción, algo más cara que una edificación normal (hasta un 10% más) pero que a corto plazo (en unos cinco años) permite recuperar la inversión. Menos consumo, mejor aprovechamiento de los recursos y más salud, con muy baja emisión de CO2.

Cuando los propietarios de esta vivienda, una pareja belga residente en Nueva Jersey, visitaron la parcela, que en ese momento contaba con una ruina y frondosos árboles maduros, visualizaron una construcción de cuatro dormitorios, techos muy altos y grandes terrazas, aunque el entorno de casas bajas pudiera hacer parecer que desentonaría. Además, querían tener una casa que consumiera muy poca energía, así que plantearon ambos retos para el estudio de arquitectura.

La casa se concibió como una gran L, con el extremo corto dando a la calle, de manera que el ancho de la vivienda se ve igual que el vecindario y la casa se abre hacia el jardín. Especialmente  En contraste con el negro de las carpinterías, eligieron un blanco cremoso que permite suavizar el choque de color y da un extra de calidez a los espacios, fluidos y bañados de luz.

Las casas Passivhaus funcionan como una orquesta, donde los diferentes instrumentos trabajan conjuntamente por la eficiencia; en ellas, la temperatura, el aire y el sol son elementos que se utilizan a nuestro favor. De paso, además, le hacemos un favor al planeta.  

Imágenes: https://www.residentialdesignmagazine.com/case-study-madison-passive-house-by-mowery-marsh-architects/

UNA OFICINA COMPARTIDA PARA PERFILES CREATIVOS

UNA OFICINA COMPARTIDA PARA PERFILES CREATIVOS

Una oficina compartida para perfiles creativos

 

Siete mujeres con trabajos como arquitectura, diseño gráfico, relaciones públicas y fotografía comparten un espacio de trabajo inspirador y muy agradable, demostrando que la unión hace la fuerza.

Cuando una de ellas visitó esta oficina con dos despachos, una sala de juntas donde pueden reunirse hasta catorce personas, una salita de espera y una cocina, inmediatamente se enamoró. Sabía, no obstante, que no podía permitirse por sí misma un espacio así en el corazón de la ciudad, y empezó a darle forma a una idea: compartir el local con otros profesionales de perfiles afines que pudieran estar interesadas en alquilarlo, y tener un lugar en común donde ver avanzar sus negocios.

La idea cuajó rápidamente y emprendieron la tarea de diseñar una oficina que fuera tan versátil como para permitir reunirse con clientes, hacer talleres y pop-ups, organizar sesiones de fotos, almacenar materiales y, por supuesto, trabajar y colaborar entre ellas dividiendo gastos.

En un momento anterior, la oficina había estado ocupada por un estudio de arquitectura, quienes dejaron un contenedor neutro de paredes de ladrillo pintado de blanco y parquet y carpintería en negro. A partir de ahí, el propósito que se marcaron fue el de darle una mayor calidez pero sin dejar de moverse dentro de la neutralidad. El resultado es un espacio funcional y bien organizado, coherente y armónico, donde el color mostaza aporta el punto vibrante.

Los despachos se han equipado con mobiliario blanco con mármol, sillas tapizadas en cuero y arte de artistas locales, mientras que la cocina, con mobiliario de roble y encimeras de mármol, es el punto de reunión cada día. El mueble de cocina es perfecto para un espacio no doméstico, y se fabricó a medida: el cajón superior esconde una placa eléctrica para cocinar mientras que el inferior esconde las bolsas de reciclaje

Por su parte, la sala de juntas se convierte también en estudio de fotografía, de forma que pueden sacar el máximo rendimiento de cada metro disponible.

Sin duda, trabajar y disfrutar es posible si tu trabajo te gusta y además te envuelve un espacio y unas personas inspiradoras.

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